viernes, 4 de febrero de 2011

viernes

Hoy estoy particularmente cansada.
Dejé a la niña durmiendo en su colchoncito al lado de nuestra cama y casi caigo en sus redes yo también.
Pero no, dormir ahora, no: antes tengo otros planes: mis planes!
Ducha, libro nuevo (!), silencio, soledad, compu...
Estuve en la casa de mis viejos un rato y como siempre, siento que se me fue la energía.
Sin embargo voy seguido, en fin, cosas que no entiendo, menos un viernes.
El día no colabora, hace frío, es verano, febrero recién empieza y en esta parte del mundo el verano dura 14 minutos: mis expectativas de que el clima mejore se van agotando.
El gordo llega tarde, seguro con comida.
Este finde quiero dejar cosas terminadas en casa porque llega mi suegra y quiero que vea cambios
además es una buena excusa para ir redondeando portones, pasto, luces, muebles y cosas que hacen falta.
Gai duerme hace una semana en ese colchoncito...  y yo con ella, por lo menos la saqué de la cama, pero ahora, las dos en una plaza me mata.
De pronto siento que tengo que hacer algo: natación, dieta, volver a terapia...
estoy cansada, creo que la homeopatía me está aflorando los síntomas más que nunca
hasta mañana

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