más juntos

Desde que Gai está en su colchoncito percibo cada vez más armonía matrimonial. Dormimos juntos, abrazados (por los menos los intervalos en los que no estoy con ella en su nueva camita) y vamos recordando viejos tiempos. Me alegra.
De a poco siento que se van acomodando las cosas. Ya es un paso.
Y que el sexo fluya con mas naturalidad nos hace muy bien, no sólo en ese momento, sino al otro día! vamos!!!!
Me había olvidado que puede ser cosa de todos los días, como antes, mucho antes.